“Mazo”, “chill“, “qué locura”, y “bro“, mucho bro, todo terminado en bro… Así es como hablan nuestros hijos. Y yo acabo de descubrirlo. Todos sabemos, porque también lo hicimos nosotros, que, durante la adolescencia, en casa somos de una manera y cuando nos juntamos con nuestros amigos hablamos y somos de otra forma. Nos mimetizamos con nuestros iguales, porque, además, en esa etapa de nuestras vidas lo necesitamos para autorreafirmarnos, sentirnos que pertenecemos a un grupo… Buscamos nuestra propia identidad copiando modos y lenguajes de los demás, y lo que ahora mismo hablan mayoritariamente los demás es eso. Aunque nosotros no nos enteremos, o yo al menos no me haya enterado hasta ahora.
]]>
More Stories
Cinco claves para no contagiarte de hongos en los pies este verano
Cuánto cuesta recuperar la figura tras el parto: qué hay de verdad en la polémica publicación de Pedroche
¿Es normal tener dolor de espalda en el embarazo o puede ser causa de alguna patología?