La Cuaresma y la Semana Santa tienen su propio recetario, amplio y tradicional. Los tiempos han cambiado, pero estas tradiciones religiosas han dejado un poso bien sabroso, un tesoro gastronómico. Estas recetas pasan por un principio: no llevan carne.
Así, históricamente, el bacalao pasó a ser la mejor opción para esos días sin carne. Y es que, gracias a la salazón, el bacalao es ese pescado que más “se parece” a la carne. Ahora se puede comprar fresco, pero el bacalao con mayúsculas, el que protagoniza el recetario tradicional, es el rebozado y conservado en sal.
Calidades hay muchas, tantas como cortes de bacalao. Lo ideal, si podemos en estos tiempos de inflación disparada, es comprar unos buenos lomos de bacalao. Se convierten en un manjar cuando, ya cocinados, se abren en deliciosas lascas blancas.
Una receta clásica es la del bacalao al ajoarriero. En realidad no hay una, sino varias. Básicamente, lleva cebolla, ajo, pimiento y pimentón. Pero hay versiones. Por ejemplo, algunos llaman también así al bacalao cocinado sólo con ajo y pimentón. Ajoarriero o no, es una receta sencillísima, pero muy rica.
More Stories
Kasyna online w Polsce – przewodnik dla graczy
Раменбет Ramenbet Официальный Сайт Регистрация
Crazy Time Live: Statistiche, Risultati Elizabeth Tracker Aggiornati”