Miradas compartidas

Compartimos miradas. Los miramos y, con ello, provocamos reacciones que tienen una clara intención comunicativa. Nos miran, mucho más que nosotros a ellos, y aprenden de nosotros.

La ciencia en recientes investigaciones confirma que nuestras relaciones son complejas, de afecto, y que construimos una conversación constante en la que solo las palabras son unidireccionales.

Mirarles viéndoles nos puede ayudar a reflexionar, a comprender con profundidad y sabiduría. Son, si se lo permitimos, desencadenantes del entendimiento. Mirémosles, despojados de prejuicios, y conozcámonos mejor para vivir con su misma asertividad.