Los últimos de la fila

España no consigue salir del triste puesto de Europa en desempleo juvenil. Para muchos jóvenes españoles, el alquiler supone ya la mitad del sueldo mensual en las grandes ciudades. Los arrendamientos suben más que sus salarios y hacen imposible la emancipación. Que haya aumentado el número de los que no trabajan ni estudian complica todavía más la situación. En la tormentosa recta final de la legislatura, parece un imposible el pacto de rentas entre Gobierno, sindicatos y empresarios que daría coherencia y un horizonte estable a las medidas que el Ejecutivo viene adoptando, como la subida del salario mínimo, con el apoyo sindical pero fuera de un marco negociador. Y es una oportunidad perdida.