El próximo sábado 6 de mayo será un día muy especial en Reino Unido: por primera vez en 70 años, la Abadía de Westminster acogerá la coronación de un monarca, en este caso, la de Carlos III.
Pero tras el largo reinado de su madre, Isabel II, su sucesor quiere dar un nuevo aire a la institución, aunque sea en pequeños detalles. Y es precisamente en la coronación cuando pretende llevar a cabo uno de ellos.
En principio, estaba previsto que en la ceremonia, Carlos III luciera el atuendo que usaron su abuelo y su bisabuelo para ser coronados, que incluyen unos calzones y unas medias. Pero él y sus asesores creen que podría resultar anticuado.
Por eso, el rey, de 74 años de edad, optará por lucir su uniforme militar en la solemne ceremonia, que según explicaron fuentes de la casa real a The Sun, no será un evento a gran escala, pero dejará “boquiabiertos” a los ciudadanos.
Sin embargo, hay problemas con la lista de 2.000 invitados, en concreto con la Cámara de los Comunes, ya que solo se invitará a 24 de los 650 parlamentarios. Downing Street y el Palacio de Buckingham están trabajando juntos para decidir quién recibe una invitación, y aún no se ha tomado una decisión sobre si el príncipe Harry y su esposa Meghan están invitados.
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