La nieta de Ana

Ana García Obregón finalmente ha confirmado lo que era un persistente rumor desde el momento en que presentó sonriente en la portada de Hola a su hija adoptiva nacida por gestación subrogada. Esta semana aclara en otra exclusiva en la misma revista que es en realidad su nieta, hija biológica de su hijo Aless fallecido hace tres años.

El extraordinario revuelo mediático que se ha organizado en torno a esta noticia, que ha saltado de las páginas de la prensa rosa, territorio habitual de la protagonista, a los espacios informativos de todos los medios, no decae, se acrecienta con el paso de los días.

Es un asunto en el que hay que hilar muy fino empezando por el nombre del proceso: la expresión “vientre de alquiler” tiene sin duda más duras connotaciones que “gestación subrogada”.

En el fondo de la cuestión está el debate de una práctica que no está legalizada en España, pero sí en Estados Unidos y en otros países.

El convencimiento de que, la contraprestación económica que recibe la gestante es el determinante en la inmensa mayoría de los casos para realizar este servicio, supone para los que rechazan esta práctica una clara explotación del cuerpo de las mujeres más desfavorecidas.

Así, la portada de la revista Lecturas muestra la otra cara de esta noticia: la foto de la gestante, una mujer de humilde condición y escasos recursos, y los detalles del acuerdo por el que según afirma la publicación, habría cobrado treinta y cinco mil euros.

Alejandro Lequio convertido en abuelo todavía no ha dicho ni una palabra.