Juan Carlos Álvaro nunca imaginó que comprarle un perro a su hijo terminaría desencadenando una serie de acontecimientos que lo llevarían a ganar un campeonato de España de Agility, y mucho menos con un caniche toy. Sin embargo, ahora puede decir con orgullo que practicar este deporte y compartir el hobby con su hijo, “es una experiencia increíble”.
La historia de este padre de 56 años y su hijo, Juan Carlos Jr. de trece es, sin duda, un ejemplo de cómo los animales, además de proporcionarnos beneficios gracias a su compañía y su forma de ser, también pueden ayudarnos a estrechar los lazos familiares a través de las diferentes actividades que podemos realizar con ellos.
Cuando tenía siete años, Juan Carlos Jr. estaba decidido a tener un perro y, como a su edad, a su padre no le dejaron tener uno, éste aceptó con una condición: el niño tenía que comprometerse, no solo a cuidar y hacerse cargo del perro, si no también a realizar alguna actividad con él.
Fue así como Juan Carlos padre y Juan Carlos Jr. fueron a visitar las distintas disciplinas deportivas que existen en España, y cómo el niño de siete años se enamoró del Agility desde el minuto cero. “Lo vio y no quiso seguir viendo más opciones, quería hacer aquello de los túneles y las rampas”, recuerda Álvaro padre. “Así llevamos a casa un Caniche toy”.
De hijos a padres
“Al principio iban fenomenal juntos pero cuando el animal entró en su época adolescente, pasó a no hacer caso, ni a mi hijo, ni a nadie”, comenta Álvaro padre. “En esa época coincidió con que su entrenadora iba a ser operada y le pidió que entrenara a sus perros durante la rehabilitación y, de hecho, consiguió clasificarlos para el campeonato de España, así que yo decidí quedarme con el Caniche toy y, trajimos una Perra de aguas para él, para que empezase a competir”.
Aunque la familia Álvaro planteó el Agility como un hobby, tras la recomendación de su profesora, Juan Carlos Jr. decidió entrar en las competiciones con tan solo siete años. “Es super aconsejable para todos los niños porque te rodeas de los mejores de España y eso engancha mucho”, comenta el hijo.
“Aunque me sentía nervioso y con mucha presión por la cantidad de gente que había, también me sentía muy orgulloso de estar allí, al lado de gente que para mí eran ídolos”, añade. “Puede resultar muy difícil al principio, pero en realidad es una cuestión de constancia, trabajo y mucho empeño”.
Mientras que Juan Carlos Jr. empezaba a destacar en las competiciones de Agility, su padre decidió trabajar con Brown, el Caniche toy, todo un adolescente rebelde. “Normalmente los hijos hacen los deportes que hacen los padres, en mi caso fue al revés”, reconoce Álvaro padre.
Lo que ha hecho mi padre tiene mucho mérito, iba todos los días, hasta los fines de semana, a entrenar, no se rindió nunca
“Practicar Agility con él me pareció una experiencia fantástica. A nivel de sensaciones, recuerdo, de los primeros ejercicios que hicimos juntos, la mayor satisfacción que me ha dado la vida fue cuando el perro hizo un Slalom completo (ejercicio que consiste en atravesar una línea de palos en zig-zag)”.
El esfuerzo que le ha supuesto a Álvaro padre trabajar y conseguir los resultados con Brown, con quién también ha logado ganar un campeonato de España y clasificarse en muy buenas posiciones en otras competiciones, es un claro ejemplo de perseverancia y paciencia. “He tenido que trabajar mucho con él, pero ahora estoy encantado”, expresa. “Lo que ha hecho mi padre tiene mucho mérito, iba todos los días, hasta los fines de semana, a entrenar con Brown, no se rindió nunca”, añade su hijo.
A día de hoy, padre e hijo compiten junto a sus perros, Brown y Oreo, en diferentes campeonatos y, quién sabe, algún día acaben compitiendo el uno contra el otro, aunque lo más importante para ambos es lo que aporta este deporte a su vínculo con sus compañeros de cuatro patas.
Por qué el Agility es un buen deporte para perros
Los compañeros de clase de Juan Carlos Jr. no conocían el Agility hasta que él y su padre se lo introdujeron en una charla escolar, de la misma forma que los compañeros de trabajo de Álvaro padre tampoco habían oído hablar de este deporte anteriormente.
Esto remarca que, todavía, en España los deportes caninos no son tan famosos entre los tutores, pero que cada vez más gente se une a ellos, ya que, tal y como comenta Juan Carlos padre, uno de sus compañeros “ha adquirido un perro y se va a animar a entrenar y competir”.
“Yo se lo recomendaría a cualquier persona, tanto a quien quiera entretenerse con su perro como el que quiera competir”, añade Juan Carlos Jr., quién además le gustaría ver “más gente menor de edad” en este deporte. “Ayuda a mejorar el vínculo con el perro y pasas tiempo con él, es una conexión especial”.
Tanto padre, como hijo, están de acuerdo en que, para tener un perro en casa, lo mejor que puedes hacer es enseñarle algo, practicar algún deporte o disciplina. “Al final, terminas queriendo mucho más a tu perro por las cosas que hacéis juntos”, comenta Juan Carlos padre.
“En nuestro club, el 70 por ciento de la gente que va solo lo hace por practicar algún deporte con su perro, por hobby; mientras que solo el 30 por ciento restante compite”, explica. “Además, no hay barreras, puedes practicarlo con cualquier perro y es beneficioso físicamente y mentalmente tanto para el perro como para las personas”.
Además, Álvaro padre considera que para niños que tienen problemas en el colegio, “la aceptación en el Agility es una experiencia alucinante, porque consiguen unos logros que les anima mucho, se trabaja mucho la motivación”. “Para nosotros, a parte de nuestra mascota, nuestro perro se ha convertido en nuestro compañero de deporte”, concluyen.
More Stories
Kasyna online w Polsce – przewodnik dla graczy
Раменбет Ramenbet Официальный Сайт Регистрация
Crazy Time Live: Statistiche, Risultati Elizabeth Tracker Aggiornati”