Aston Martin está viviendo un inicio de temporada en el Mundial de Fórmula 1 2023 más que soñado. Tres podios en tres carreras, segundos en la tabla de constructores, y con un futuro aparentemente aún más brillante por delante. El equipo británico ha sufrido un gran cambio respecto a 2022, en apenas unos meses, fundamentalmente desde que Fernando Alonso, autor de esos tres terceros puestos se unió al equipo.
El asturiano está completamente dedicado al trabajo y tiene como objetivo llevar al equipo a lo más alto de la tabla, y ha contagiado al resto de la estructura con su ambición y su carácter. Está implicado en cada mínimo detalle del día a día, y junto a fichajes estratégicos como Dan Fallows o Eric Blandin, está maximizando el rendimiento que le sacan a la gran inversión realizada por Lawrence Stroll.
El AMR23 ya está casi a la par, o incluso un poco por encima, de escuderías históricas como Ferrari o Mercedes, a las que están desesperando con su rendimiento, y parece que las próximas innovaciones tecnológicas en el monoplaza les podrían incluso acercar a Red Bull, algo que parecía más que imposible a principios de año.
En esa evolución, o más bien revolución, el bicampeón del mundo ha tenido mucha influencia, como reconoce desde el último mecánico hasta el jefe de equipo, Mike Krack. O, en este caso, otro peso pesado en la gestión de la escudería, el director de rendimiento de Aston Martin, Tom McCullough, que también se deshace en elogios hacia Fernando Alonso, de quien destaca su economía del lenguaje y precisión de expresión.
“Tiene una gran experiencia y es muy eficiente con su forma de hablar y expresar lo que quiere del coche, del equipo, de todo. Ha estado allí, lo ha hecho todo, ha ganado mundiales. Así que cuando habla, vale la pena escucharle. Realmente quiere que este proyecto funcione. Por eso dice: ‘Mira esta zona, no es nuestro punto fuerte. Mirad esto’. Eso ayuda a levantar al equipo”, explica McCullough, visiblemente orgulloso por poder contar con el asturiano en su equipo.
Una cualidad, la de saber leer el rendimiento de un monoplaza al detalle, que leyendas, rivales y ex compañeros siempre destacan del genio ovetense, pero que este año está llevando a otro nivel. Sin embargo, para McCullough es igual de importante que otro aspecto que Alonso ha ido puliendo con los años:
“Sabe hablar de forma que la gente que le escucha le entienda y reaccione. Y esa es una gran habilidad que hay que tener como piloto, porque hoy en día cientos de personas escuchan lo que dicen” asegura el director de rendimiento de Aston Martin. Unas declaraciones que nuevamente vienen a desmentir la fama de huraño y poco amigable que siempre ha tenido en el paddock. Al revés, está más comprometido y concentrado que nunca, integrado a la perfección en la estructura de AM.
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