Consejos para que la calefacción no acabe con tus plantas (y 3 especies a prueba de torpes)

Los planes en la calle nos encantan y más ahora que aprovechamos para juntarnos a tomar un vermú con los amigos o para quedar con aquellos familiares que, por tiempo o distancia, no vemos tanto como nos gustaría. Pero tenemos que reconocer que, en casa… ¡como en ningún sitio! Las bajas temperaturas nos invitan a sumergirnos en el sofá y a acurrucarnos debajo de la manta para dejar que el frío exterior nos cale hasta los huesos. Además, ahora que ya hemos encendido la calefacción (siempre con cautela por el elevado precio del gas), refugiarse en el hogar siempre es una buena opción.

Claro que, el uso de estos sistemas de calentamiento reseca el ambiente, lo que puede producir efectos perjudiciales en nosotros… ¡y en nuestras plantas! Estas también sufren la falta de humedad, lo que puede provocar daños en sus tejidos hasta secarse. La primera recomendación es mantenerlas alejadas de las fuentes de calor. Si vemos que sus hojas están arrugadas, están cambiando de color hacia un tono amarillento o están resecas, conviene cambiarlas de sitio. Tampoco es recomendable situarlas cerca de las ventanas, para evitar el contaste de temperaturas entre el cristal y el interior, ni regarlas en exceso, puesto que no es lo mismo riego que humedad. En este caso, podemos emplear pulverizadores para mantenerlas sanas. También podemos emplear un humidificador, un dispositivo beneficioso tanto para ellas como para nuestra piel, pelo y garganta. Y, por supuesto, optar por incluir en nuestro hogar que no sean demasiado delicadas.

Platas de interior fáciles de cuidar

Si buscamos una planta que no requiera grandes dosis de atención (fácil de cuidar y de poco riego), la Moonshine, de la familia de las Sansivieras, es nuestra compañera perfecta. Y es que solo debes tener presente que prefiere la luz indirecta, aunque se adapta a cualquier entorno; que el agua, mejor cada 15 días y siempre que la tierra ya esté seca; y que sobrevive a temperaturas de hasta 24ºC, por lo que encender la calefacción no perjudicará su salud ni su aspecto (¡estamos enamoradas de la tonalidad de sus hojas!).

A la Calathea Zebrina si hay algo que no le gusta es el frío. Esta planta, reconocible por la doble tonalidad de sus hojas, se mantiene bonita por encima de los 20ºC y aguantando hasta los 28ºC, siendo ideal para aquellas casas que no escatiman en calefacción. Eso sí, con la humedad hay que ser constantes: hay que regarla una o dos veces a la semana, revisar frecuencia la humedad de la tierra y pulverizar las hojas con cuidado.

Según la Nasa, la Dracaena Fragans o Tronco de Brasil es buena para mejorar la calidad del aire ya que lo purifica y te ayuda a dormir mejor. Además, es fácil de cuidar y crece mejor cuando está en ambientes cálidos de entre 16 y 24ºC. Eso sí, el sol directo, mejor no y el agua una vez a la semana siempre que la tierra esté seca. ¿Sabías que cuando florece es todo un espectáculo, no tanto por su aspecto sino, más bien, por su exquisito aroma?

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