Checo Pérez logra la pole, Alonso vuela para salir segundo y Verstappen vive una pesadilla

Cómo lo leen. Aston Martin ha dotado a Fernando Alonso, una década después, de un coche para todo. Red Bull sigue siendo intocable, como demostró ‘Checo’ Pérez logrando su segunda pole consecutiva en Jeddah con un tiempazo inalcanzable para el resto (1.28.265), pero cada vez son más vulnerables, y esto sólo acaba de empezar. Max Verstappen, el campeón destinado a arrasar, no pasó de Q2 por una avería en su motor, y vivió una pesadilla exprés que tendrá que remontar mañana desde la decimoquinta posición.

Primera línea de parrilla para un mexicano y para un español, bicampeón además, al que se le podría sumar su compatriota Carlos Sainz si finalmente la obstrucción que sufrió en su vuelta buena por Russell recibe la sanción que merece. El inglés fue tercero, aunque realmente marcó el cuarto mejor tiempo, pero Leclerc, que fue segundo, saldrá duodécimo por la penalización de diez puestos que recibió por sustituir por segunda vez componentes electrónicos de su SF-23.

La tarde prometía jarana, y la hubo casi desde el principio. La única sorpresa fue Norris en la Q1, quedándose fuera y demostrando que McLaren ha pegado el mayor bajón de la parrilla. Lo contrario a Alpine, que colocó para la carrera a Esteban Ocon séptimo, y a Pierre Gasly décimo, recuperando sensaciones después de un arranque nefasto.

STARTING GRID

Perez and Alonso sharing the front row, Leclerc and Verstappen battling through the field… a mouthwatering race in store ?#SaudiArabianGP #F1 pic.twitter.com/KfQAwjeR9r

— Formula 1 (@F1) March 18, 2023

Aun así, el bombazo de la tarde llegó 15 minutos después. En plena Q2, después de haber dominado como el resto del fin de semana, y sin haber marcado aún un tiempo válido, Max Verstappen anunciaba por radio a su equipo, y al mundo entero, que tenía un problema en el motor. El RB19, una flecha y una roca, también se resquebraja. No fue el motor, rompió el palier, pero el bicampeón mundial sufrió un revés completamente inesperado.

Y del caos, con Verstappen abocado a una remontada de las suyas desde el decimoquinto puesto, nacen sesiones gloriosas como las de este sábado. Aunque Pérez acabó rápidamente con la diversión, y la sanción de Leclerc maquilla un poco el resultado final, hay que saber leer entre líneas. “La Fórmula 1 no es una ciencia exacta”, comentó Fernando Alonso tras la clasificación, y no le falta razón.

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Hablaba de la carrera, en la que se antoja muy complicado presentar batalla a Pérez y conseguir que Verstappen no llegue a la cabeza, pero también se aplicó en clasificación. Un espectáculo maravilloso, con cuatro equipos distintos dándolo todo por ganar la mínima ventaja posible. Todo vale y todo cuenta en carrera, entre los muros de Jeddah, donde siempre ha salido el safety car, donde Alonso nunca ha puntuado.

Aun así, hay hueco para la esperanza. Aston Martin, el AMR23, ha nacido de la nada este mismo año, y en su corta vida ya ofrece unas prestaciones sensacionales. Quedan muchas mejoras por venir, seguramente más y mejores que las de la competencia. Como para medirse a Red Bull. Como para soñar. Este trazado, además, es sobre el papel menos favorable que Baréin para la escudería británica, y ahí están, sin miedo a nada. Todo puede pasar este domingo (18.00 horas), toca coger el toro por los cuernos.