Díaz abre la puerta por primera vez a ir a las elecciones sin Podemos y los morados alertan de que el PSOE “presiona” para que no pacten

La presentación de la candidatura de Yolanda Díaz no ha servido para restañar las heridas en la izquierda; más bien, de hecho, las ha profundizado. La ausencia de Podemos en el acto de Sumar de este domingo en el que la vicepresidenta hizo su anuncio evidenció la distancia que, hoy por hoy, separa a ambas organizaciones. Y apenas un día después de esa multitudinaria puesta de largo, Díaz abrió por primera vez la puerta a presentarse a las elecciones en una candidatura en la que no participen los morados, algo que ha descolocado a Podemos, que, por su parte, ha asegurado que eso es precisamente lo que busca el PSOE mediante “presiones”.

El día inmediatamente posterior al del acto de Sumar fue ajetreado para una Díaz que ofreció varias entrevistas. Y fue en una de ellas, la concedida al diario El País, donde la recién proclamada candidata se mostró dispuesta a competir en las urnas con Podemos si no se llega a un acuerdo para ir unidos a las elecciones. “En absoluto sería un fracaso” que en Sumar no estuvieran los morados, señaló Díaz, que deslizó que “esto va mucho más allá que la unidad de los partidos” y afirmó que “las partes”, los partidos, “pueden desear muchas cosas, pero son muy pequeñas, por eso Sumar es un movimiento ciudadano”.

La vicepresidenta sigue teniendo como primera opción que Podemos y Sumar concurran juntos a las elecciones. Pero se trata de la primera vez que Díaz plantea públicamente el escenario de una lista en la que no estén presentes los morados, algo cargado de significado precisamente porque, además, lo hace cuando ya es candidata a las elecciones. La respuesta de Podemos no se hizo esperar, aunque fue menos dura que en otras ocasiones: los morados aseguraron sentir “preocupación” por el hecho de que Díaz no defienda de forma “rotunda” la unidad, y exigieron a la vicepresidenta “decidir si quiere ser la candidata de la unidad o si quiere ir a las elecciones sin Podemos”.

Tras estas diferencias hay dos conflictos: uno para definir el peso de cada actor dentro de Sumar y otro, más de fondo, sobre la hoja de ruta estratégica y política que debe seguir el nuevo proyecto. El primero de ellos es el que más protagonismo ha tenido durante la semana pasada, y este lunes Podemos insistió en volver a pedir a Díaz que se comprometa a celebrar primarias en las que puedan votar todos los ciudadanos, una petición que la vicepresidenta rechaza argumentando que quiere definir con todo el resto de los partidos el modelo de elección de listas. “No es verdad que tengamos diferencias en torno a las primarias, desde el principio lo he dicho”, espetó este lunes.

Los morados, no obstante, sospechan que esa negativa se debe a que Díaz ha pactado ceder ciertos puestos en las listas a formaciones como Más País, Compromís o Chunta y eso le impide celebrar unas primarias en las que todos los partidos compitan entre sí y en las que, por tanto, el resultado sería más impredecible. El equipo de la vicepresidenta siempre ha negado que tenga acuerdos cerrados ya con otras formaciones diferentes a Podemos, aunque lo cierto es que partidos como Compromís han rechazado pronunciarse sobre si estarían de acuerdo en celebrar unas primarias abiertas a que votara en ellas cualquier ciudadano en Sumar.

El estilo de Díaz, en entredicho

El segundo desencuentro, el relativo a la línea política y estratégica que tiene que seguir Sumar, tiene raíces más profundas y explica, en parte, la extrema desconfianza que se ha instalado entre Díaz y Podemos. A grandes rasgos, los morados consideran que la vicepresidenta no da suficientemente la batalla al PSOE en asuntos clave y, por ello, creen que los socialistas la consideran una socia más cómoda. Así lo ejemplificó este lunes el exlíder morado, Pablo Iglesias: “Todos los partidos del espacio Sumar están en contra de la OTAN, pero las únicas ministras que hablan diciendo algo en contra de la OTAN o del envío de armas son las ministras de Podemos; ni el ministro de IU, ni la ministra del PCE”, que es, precisamente, Díaz.

En este sentido se pronunció también este lunes el coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, que insistió en varias ocasiones en que los morados y Sumar son “espacios políticos diferentes” -aunque no detalló hasta qué punto- y “a lo largo de esta legislatura ha habido momentos en los que se ha explicitado que Podemos tiene una posición diferente a Yolanda Díaz”. “Pero estamos seguros de que se puede llegar a un acuerdo”, si bien “va a haber muchas presiones” para que no se alcance ese pacto, denunció Fernández, que señaló directamente al PSOE y le acusó de no querer como socio a Podemos.

“Al PSOE no le interesa como socio Podemos, no lo quiere, porque Podemos es el partido que hace posible lo que dicen que es imposible, que negocia de forma incansable aunque le digan que no se puede, porque arrastra al PSOE a políticas verdaderamente transformadoras”, espetó el coportavoz morado. La semana pasada, Podemos ya denunció que los socialistas habían puesto en marcha “una estrategia para debilitar a Unidas Podemos y alejarlo de su alianza con los independentistas de izquierdas”, en palabras de Iglesias, que señaló veladamente a Díaz al señalarle que el objetivo de la “supuesta ‘ayuda'” que le estarían prestando los socialistas “es destruir un espacio político con el que jamas quisieron gobernar”.