Una detención por agresión llevó a la Policía hasta los padres del feto encontrado sin vida en Teruel

Un cruce de muestras de ADN ha permitido identificar y detener, cuatro años después, a los padres de un feto de 24 semanas que fue hallado sin vida en el pozo de aguas fecales de una depuradora de Teruel en 2018.

Un operario de la planta encontró el cuerpo del feto flotando y aunque la muestra genética fue contrastada con las existentes en los archivos policiales, no se pudo identificar a los progenitores, informa Heraldo.

Sin embargo, fortuitamente el perfil genético del padre entró en 2022 en el catálogo policial tras ser detenido por un delito de lesiones.

Así es como pudo reactivarse la operación denominada Baby en 2022 que culminó en diciembre con la identificación y detención de los dos progenitores del feto, un hombre de 29 años y una mujer de 34, que tenían 25 y 30 años, respectivamente, cuando el bebé terminó en depuradora.

El inspector jefe de la Brigada Científica de Teruel, Emilio Simón, ha explicado a la prensa local que cuando se procedió a un nuevo cruce del ADN del feto con los perfiles genéticos archivados por la Policía por corresponder a personas que han cometido delitos “graves”, tuvieron que pedir autorización judicial para realizar la comprobación. Esta operación permitió identificar al padre y, a través de él, llegar también a localizar a la madre, cuya relación fue constatada mediante genética.

Las pruebas de ADN del bebé y de los dos progenitores se llevaron a cabo en los laboratorios de la Policía de Madrid.

Los policías investigadores

El feto era el de una niña de entre 24 y 26 semanas de gestación que por su grado de madurez era viable al ser capaz de respirar. Ls pruebas de ADN se llevaron a cabo en los laboratorios de la Policía de Madrid.

El golpe de suerte de la detención del padre es lo que permitió cerrar el caso cuatro años después, y con la coordinación de distintas unidades de la Policía, como la Judicial, la Científica o la UFAM.

El comisario jefe de la Policía Nacional en Teruel, Fernando Mencia, ha reconocido que la identificación y detención de los padres del feto arrojado a las aguas fecales en 2018 demuestra que los policías siguen investigando los casos relevantes no resueltos, “a pesar del mucho tiempo transcurrido desde que ocurrieron, para que no queden impunes”.

Los padres, en libertad provisional

Los padres biológicos del feto hallado hace cuatro años en la depuradora de Teruel declararon ante el juez el pasado 2 de diciembre, inmediatamente después de su detención por estos hechos. Más tarde, el 16 de enero del año en curso, la madre, a petición propia, volvió a dar su testimonio. Ambos quedaron en libertad provisional, con el pasaporte retirado para evitar el riesgo de una huida y obligados a comparecer en los juzgados todos los lunes.

El Juzgado de Instrucción número uno de Teruel, encargado del caso, tiene abierta una investigación, pero no ha determinado aún el tipo de delito por el que están procesados los padres del bebé , a la espera de que los informes forenses arrojen luz y concreten, por ejemplo, si se trató de un aborto natural o fue provocado.