Aforo, entradas y licencia: consejos para que la fiesta de Nochevieja no se torne en pesadilla

Un estudio realizado por la Asociación Española de Consumidores (Asescon), deja ver como el gasto medio de un consumidor durante las fiestas de Navidad es de 789 euros, una cifra que “nos ha sorprendido, porque nos la esperábamos inferior” ha asegurado Miguel Ángel Ruíz, presidente de la Asociación de Consumidores.

Dentro de las partidas a las que se destina este dinero, se encuentran las fiestas con amigos y los encuentros familiares que, junto a la Lotería, asciende a un gasto medio de 162 euros, siendo “una de las partidas que más ha crecido”, tal y como asegura Ruíz.

La Asociación Española de Consumidores atiende a estos eventos de una forma preocupante, ya que son el foco de los mayores problemas de seguridad e integridad a los que se enfrentan los consumidores.

Requisitos para disfrutar de las fiestas sin riesgo

El factor más importante para sentirse seguro en cualquier reunión con amigos y familiares fuera de casa es saber que ese recinto tiene licencia. Por ello, Ruíz asegura que cada usuario debe tener “especiales precauciones a la hora de solicitar la licencia específica y preguntar en el Ayuntamiento si el establecimiento cuenta con la autorización necesaria para realizar ese tipo de fiestas”.

Desde el punto de vista práctico, las recomendaciones más importantes son “enterarse de las condiciones que va a tener la fiesta, si incluye menú, que tipo de comida o bebida”, también si incluye transporte, “saber los horarios de llegada y recogida” ya, que “toda la publicidad tiene carácter vinculante y cualquier diferencia entre lo que nos han prometido y lo que nos han ofrecido realmente, da el derecho de reclamar al consumidor”.

Las condiciones de seguridad que deben seguir cualquiera de los establecimientos que pongan a disposición del consumidor una fiesta dependen de la normativa implantada por cada ayuntamiento. Sin embargo, existen algunos requisitos que todos ellos comparten, como puede ser una buena ventilación, servicios contra incendios, seguridad o baños públicos.

Todo ello, para dar a conocer al consumidor que si “está acudiendo a una fiesta ilegal, que no cumple con estos requisitos, está poniendo en peligro su integridad física“, más allá del dinero que pueda perder.

De cara a los propietarios y organizadores de los eventos, desde la Asociación de Consumidores, recomiendan tener como un requisito imprescindible, contar con un “seguro de responsabilidad civil y subsidiaria“, ya que en caso de problema. La responsabilidad quede repartida entre el propietario del establecimiento y el organizador del evento.

Las entradas y los límites de aforo, son uno de los puntos que más controversia causa dentro de un evento, cuyas consecuencias pueden ser mortales y, tal y como declara Ruíz, “pueden ocasionar el fallecimiento en algunos casos“. Por ello, es importante que el consumidor tome acción ante una situación de mayor aforo del permitido, “llamando a las fuerzas de seguridad para verificar si realmente se está cumpliendo el aforo”.

Reclamaciones

En muchas ocasiones, como consumidores acudimos a eventos que no son como los esperábamos, incumplen algunas de las propuestas por las que hemos contratado esos servicios e, incluso, pueden llegar a poner en peligro nuestra salud.

Ante estos casos, los establecimientos deben contar con hojas de reclamaciones, donde los consumidores podrán reclamar lo que, en un principio prometía el evento, y de alguna manera no ha cumplido.

En caso de ser denegado este derecho, el siguiente paso, según la Asescon, será “realizar una denuncia in situ a la Policía Local por haber sido denegada la hoja de reclamaciones y que se levante un acta de dicha negativa”. Por su parte y, si ya ha pasado la fiesta, “existe la posibilidad de reclamar a través de los canales privados y públicos de las administraciones para hacer valer los derechos de los consumidores”.

Presencia de menores

Por regla general, la normativa prohíbe que un menor esté expuesto a bebidas alcohólicas. Por ello y, para evitar esta exposición, Ruíz declara que “en el caso de duda ante la edad de la persona, se debe comprobar a través de los servicios de acceso a la fiesta”.

En este caso, “existe un derecho para limitar la admisión a estos consumidores que no acrediten la edad y evitar un problema de salud pública”.

Asimismo, se puede limitar ese derecho de admisión “a personas violentas y con actitudes agresivas y expulsar a estas personas de la fiesta por resultar un peligro para los demás consumidores”.

Papel de las Administraciones

Desde la Asociación Española de Consumidores “pedimos que las Administraciones sean activas, realicen controles de seguridad de manera preventiva, no solo el mismo día de la fiesta”.

En cuanto al día del evento, se reclaman “controles de los límites de aforo, que son el problema de mayor riesgo al que se enfrentan los consumidores durante estos días de fiesta”.

“En el consumo hay una responsabilidad compartida“, asegura Ruíz, en la que tanto los consumidores deben cumplir una serie de normas y ser exigentes con sus derechos como los empresarios tienen obligaciones y derechos que tienen que hacer cumplir.

Pero, “sobre todo las Administraciones son las que tienen que velar por que los ámbitos de consumo sean totalmente seguros y tienen que tomar las medidas oportunas en el caso de que no exista esa seguridad”.

La compra de Navidad

No solo las fiestas suponen un incremento del gasto para los consumidores, sino que la partida de alimentación supone un gasto de 265 euros del presupuesto, “donde se deja ver la preocupación que existe sobre el incremento de precios”.

Por ello y, de cara a evitar este incremento del consumo es necesario “comparar tanto los precios como la calidad, lo que exige que no todo se compre en un único establecimiento”.

Asimismo, y atendiendo al 78% de consumidores que hacen sus pagos con tarjeta, se les recomienda “no sobreendeudar nuestra economía, ya que la situación de crisis económica así lo requiere”.

Gasto en juguetes

Por otro lado, los regalos para estas fiestas suponen un gasto que “año tras año va incrementándose” llegando en esta ocasión a rondar los 250 euros, lo que hace que “prácticamente el 70% del presupuesto de gastos de estas Navidades van destinados a la alimentación y a los juguetes por parte de los consumidores”.

Para reducir este gasto desde un punto de vista práctico, es necesario comparar los precios de los juguetes en los que “nos podemos encontrar diferencias de hasta un 40% entre establecimientos”.

Además, se debe “tener en cuenta la finalidad de un juguete que es divertir y educar, por lo que debemos desechar juguetes violentos, que introduzcan al sexismo y que no sean seguros”.

Ante la seguridad, el consumidor “tiene que tener en cuenta el etiquetado el producto, tan solo un 9% de la población lo mira”.

Por su parte, desde la Asociación Española de Consumidores instan a las Administraciones Públicas a seguir “desarrollando los controles necesarios para retirar del mercado todos esos juguetes inseguros y que el consumidor tenga esa seguridad”.

Lotería de Navidad

La ilusión por ganar ‘El Gordo de Navidad’ cada año aumenta entre los consumidores, lo que conlleva un incremento del gasto en décimos de lotería para conseguirlo.

Ante esta inversión de los consumidores, Ruíz admite que “debemos ser conscientes de nuestra realidad económica y no sobreendeudarnos por un supuesto premio que nos puede tocar”.

De esta manera, “no es necesario comprar un décimo en cada viaje que hagamos y ser consecuente cada uno con su economía y ajustar las compras en torno a nuestras posibilidades“, ha concluido Miguel Ángel Ruíz, presidente de la Asociación Española de Consumidores.