<p>El 26 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente francesa aprobó la <a href=”https://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_del_Hombre_y_del_Ciudadano” title=”Más información sobre la Declaración de Derechos del Hombre” target=”_blank”>Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano</a>, fue el gran legado de la revolución francesa. Tres años más tarde, la escritora francesa <a href=”https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20210526/7479567/olympe-gouges-feminista-guillotinada-robespierre.html” title=”Más sobre Olympe de Gouges” target=”_blank”>Olympe de Gouges</a> se dio cuenta de que <b>esto de los derechos del hombre era literal y los derechos sólo eran para ellos</b>, así que, parafraseando la masculina iniciativa, el 28 de octubre de 1791 proclamó la <a href=”https://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_de_la_Mujer_y_de_la_Ciudadana” title=”Más sobre la Declaración de derechos de la Mujer” target=”_blank”>Declaración de los Derechos de la Mujer</a>. Más de 200 años después, aunque el documento que prevaleció fue el primero, son<b> los derechos de la mujer los que están en el centro del debate</b>. Del de los <a href=”https://www.20minutos.es/noticia/5146381/0/datos-fact-checking-cara-cara-entre-sanchez-feijoo/” title=”Datos y fact-checking del cara a cara entre Sánchez y Feijóo” target=”_blank”>candidatos antes de ayer</a> y de la escena mediática y las calles. <b>Hoy, la política tiene que hablar de las mujeres</b>; la ley del ‘sí es sí’, la del aborto, el Ministerio de Igualdad, la violencia machista y el feminismo dan y restan votos, <b>hoy, importamos</b>. Han tenido que añadir a sus discursos a las ciudadanas, a las trabajadoras, a las jóvenes y a las niñas. Hoy se nos nombra, <i>que hablen de ti, aunque hablen mal</i>, porque estarás presente. Por eso, <b>1.200 mujeres, asesinadas a manos de hombres por el simple de hecho de ser mujeres</b> desde que se tienen registros, no pueden ser borradas, porque<b> lo que no se nombra, no existe</b>. Cuando la violencia es intrafamiliar, deja de ser machista. Cuando ellos no son los que matan, la culpa y la responsabilidad se difumina y desaparece. Olympe de Gouges sabía que las palabras contaban, que teníamos que existir sobre el papel porque así existiríamos en la vida. Hoy, les guste o no, señores, tienen que hablar de nosotras. Parafraseando esta vez a Díaz Yanes, hoy <i>hablarán de nosotras cuando hayamos muerto</i>, por lo menos, no nos quiten eso.</p>
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